El lenguaje siempre es un sistema de signos y el cómic, en tanto que sistema de signos, comporta un lenguaje. Con toda la riqueza que aportan los significantes que implican significados.
Es un universo simbólico, onírico, artístico. Es también un vehículo de expresión narrativa, histórica, política, cotidiana, biográfica, poética…
Pero es ante todo un lenguaje abierto, por más que codificado.