Manfred Sommer describió a Will Eisner como «el Orson Welles del cómic». De un modo más preciso, el periódico USA Today se refirió a The Spirit como «el Ciudadano Kane de los cómics».
En ambos casos se están poniendo en paralelo, por un lado, la importancia que tuvo Orson Welles -especialmente con su película Citizen Kane (1941)- a la hora de mostrar las posibilidades expresivas del lenguaje cinematográfico a través de su sintaxis; y, por otro lado, la importancia que tuvo Will Eisner para fijar las posibilidades expresivas del noveno arte. Siendo el caso, como fue, que estas posibilidades gráficas y formales de la historieta fueron exploradas por Eisner sobre todo mediante su gran creación a manera de serie: The Spirit (1939-1952).
Tanto es así, que el libro teórico o pedagógico de Eisner: El cómic y el arte secuencial está plagado de ejemplos e ilustraciones procedentes de su The Spirit.